Overtime


Jules Eugène Lenepveu, Jeanne d'Arc en armure devant Orléans.
  
Todo ha terminado. Exhaustos, nos miramos unos a otros, deseando que señalen ya el final del partido, retirarnos, olvidarlo todo. Entonces, un auxiliar, desde la banda del campo muestra un cartel electrónico que dibuja un "3". Tres minutos de tiempo de descuento. ¿Podemos hacer algo en tres minutos? ¿Podemos salvarnos del desastre en tres minutos? Habrá que intentarlo. Habrá que hacer como si fuera posible, sacar fuerza de donde nada queda ya; continuar, continuar ciegamente. Todo se ha perdido, pero tenemos que seguir como si un milagro fuera posible, convencernos de que algo mágico podría aun ocurrir y, en el otro lado del espejo, invertir nuestro destino y llevarnos a la gloria.

Levanta tu estandarte blanco, Doncella de Orléans. Los guerreros abatidos, sangrando por todas sus heridas, se arrastrarán sobre el barro, se levantarán, apoyándose en sus espadas, se levantarán, de entre los cadáveres de sus hermanos de armas.

Levanta tu estandarte blanco, Doncella de Orléans, y todos los caballeros te seguirán a la batalla.

Tres minutos de descuento.

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